Altitud.
600 a 3000 m (Benacchio, 1982).
Humedad Ambiental.
Prefiere una atmósfera con condiciones intermedias de humedad (Yuste, 1997a).
Temperatura.
El rango térmico para desarrollo es de 10 a 30°C, con un óptimo entre 18 y 22°C (Doorenbos y Kassam, 1979). La temperatura base para germinación está entre 2 y 5°C (Gummerson, 1986). Es una especie bien adaptada al frío, su rango térmico es 5-30°C. La temperatura media para un buen rendimiento está entre los 15 y 21°C. Por debajo de los 12°C no hay crecimiento. Temperaturas altas son perjudiciales al cultivo y disminuyen mucho su contenido de azúcar (Benacchio, 1982). Su rango térmico de crecimiento es de 5-35°C, con un óptimo de 20°C (FAO, 1994). Temperaturas nocturnas entre 8 y 10°C promueven un alto contenido de azúcar en las raíces, sin embargo si las temperaturas son más bajas que este nivel y los días son largos, se induce la floración, lo cual disminuye la concentración de azúcares en las raíces (Stout, 1946). El punto de congelación se encuentra entre –5 y –7°C, la temperatura base para crecimiento es 5-7°C, mientras que el óptimo para crecimiento es de 22-25°C. La temperatura máxima para desarrollo es 30-35°C. La germinación se da entre los 5 y 35°C, siendo la temperatura óptima 20-25°C (Yuste, 1997a). Las plantas de esta especie requieren vernalización entre cerca de 0°C y 1015°C. El óptimo está alrededor de 8°C en luz y 2-4°C en oscuridad (Curth, citado por Lexander, 1985).
Luz.
Requiere de abundante insolación, ya que en áreas sombreadas se reducen mucho los rendimientos (Benacchio, 1982).
Textura de Suelo.
Se recomiendan suelos francos para este cultivo (Benacchio, 1982). Son aptos suelos de textura media a ligeramente pesada y que sean desmenuzables (Doorenbos y Kassam, 1979)
Profundidad de Suelo.
En suelos profundos, el cultivo puede desarrollar un sistema radical penetrante y profundo, pero normalmente el 100% del agua se extrae a partir de la primera capa de suelo con un espesor de 0.7 a 1.2 m (Doorenbos y Kassam, 1979).
Salinidad.
Excepto en las etapas iniciales, una vez que se ha establecido el cultivo, éste es tolerante a la salinidad. La disminución del rendimiento es de 0% para 8.7 mmhos/cm, 10% para 8.7 mmhos/cm, 25% para 11 mmhos/cm, 50% para 15 mmhos/cm y 100% para 24 mmhos/cm. Durante el período inicial la conductividad eléctrica no debe exceder de 3 mmhos/cm.
Siembra.
Se siembra principalmente en forma directa (por semilla) aunque también se utiliza también trasplante, con plantitas de 3 a 4 hojas,
Esta hortaliza se siembra en huertos y terrenos, la tierra requerida para su mejor desarrollo tiene que ser suelta y fresca, franco-arenosa y limosa ya que en suelos muy arcillosos la pulpa resulta seca y en suelos muy húmedos insípida.
Se realiza en líneas con una separación de 35-40 cm y a una profundidad de 2-3 cm.
Las semillas de remolacha necesitan un tratamiento de pre germinación,por lo que se sumergen en agua tibia varias horas antes de ser sembradas.
Es tolerante a la salinidad, pero sensible a suelos ácidos (-5) y alcalinos (+8). Según diversos autores el PH óptimo es de 6 – 7, pues un PH superior ocurre deficiencia de boro y manganeso.
La remolacha soporta heladas y una ligera congelación, pero hay que cuidarlas de heladas muy altas.
La remolacha es una hortaliza de clima frío; la temperatura de germinación de la semilla es de 10 – 30º C, siendo la óptima entre los 20– 25º C. y la temperatura para el desarrollo es de 16 a 21º C.
Fertilización.
El programa de fertilización para un cultivo de remolacha debe basarse en las recomendaciones de un análisis de suelo y resultados experimentales, lo mismo que en cualquier cultivo. En los suelos pobres en materia orgánica se recomienda aplicar unas 300 libras por tarea (2200 kg/ha) de materia orgánica, preferiblemente estiércol bien descompuesto, varias semanas antes de la siembra.
El cultivo responde bien a la aplicación de fertilizantes químicos si el suelo tiene deficiencias.
Las plantas que sufren deficiencias de nitrógeno, son más pequeñas, con menor número de hojas que mueren prematuramente. El rendimiento es mucho menor que el normal. Cuando sufren deficiencias de fosforo y potasio, la planta luce achaparrada y la raíz es alargada y mal desarrollada.
Cosecha.
La cosecha de la remolacha puede ser variable, se estima que el tiempo promedio para el crecimiento desde la siembra hasta la cosecha fluctúa entre los 80 a 120 días, dependiendo del clima y zona.
Son cosechadas cuando han llegado a tener un promedio de 4,5 – 8 cm. de diámetro.
La cosecha se la realiza en forma manual conforme los bulbos alcanzan su tamaño comercial. Luego se cortan las hojas retorciéndolas para evitar deteriorar las raíces, lo que provocaría el desangramiento de las remolachas, se lavan los bulbos, se clasifican y se empacan en cajas de madera u otro material de capacidad máxima de 16 kg. Si se deja las hojas se forman atados de 3 a 5 remolachas cada uno dependiendo del tamaño. Las hojas deben estar sanas para poder formar atados vistosos. Las hojas se pueden consumir de la misma manera que las de la acelga, pero se la utiliza más como alimento para ganado.
Plagas
MOSCA DE LA REMOLACHA (Pegomya betae).
Este díptero no suele ocasionar graves daños, pese a estar muy extendido, aunque en condiciones climáticas favorables a obligado al agricultor a resembrar. La aparición de adultos se produce en primavera, con dos generaciones anuales. La larva comprende un tamaño de 6 a 8 mm, instalándose en la epidermis de las hojas de remolacha. Las hembras realizan su puesta en el envés de las hojas y cuando los huevos eclosionan las larvas salen de ellos y penetran en el interior de las hojas alimentándose de su epidermis.
PULGONES (Aphis fabae, Myzus persicae).
Se trata de los parásitos más frecuentes en el cultivo de la remolacha, causando un notable perjuicio al ser transmisores de virus. El momento de aparición de los pulgones varía según la climatología, eclosionando los huevos cuando la temperatura ambiental es de 5ºC. En caso de invierno suave se han detectado pulgones verdes en los cotiledones de la remolacha.
GUSANOS GRISES (Agrotis segetum).
Las larvas tienen un color verde, alcanzan un tamaño de 4-5 cm, de piel lisa y suelen enroscarse cuando es interferida por algún obstáculo. Suelen atacar a la planta de la remolacha cuando es pequeña y cuando es grande se introducen por la raíz formando en ella profundas galerías.
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